Z.

Zahara. Escribo sobre ella porque desde que la conocí (vaya, no a ella, su música), y de esto hace en poco un añito, me ha acompañado a través de todo tipo de momentos. Todas sus canciones, su guitarra, su voz. Me han inspirado, me han alegrado, animado, y por qué no decirlo, me han hecho llorar. He aquí la grandeza de esta chica, esta ídolo de Úbeda.


Resulta que sigo el ciclismo. E inocente yo, viendo una etapa de la Vuelta, sonó "Merezco" . Apunté parte de la letra. No creo que haya tecleado más rápido en mi vida. Me encantó. Y buscando, buscando, conseguí llegar hasta el disco. Escuché tres canciones. Aparte de la nombrada, "Funeral" y "Photofinish".
Cuando conseguí escuchar el disco entero en Spotify... lo compré. Hubiera comprado doscientos.

Ese CD ha dado muchas vueltas. En todos los reproductores de la casa. Con el tiempo me he ido aprendiendo las letras de las canciones. Todas. Y bien dicen que el saber no ocupa lugar. Como el padre nuestro las suelto.

¿Esta entrada? Agradecimiento personal. Si por remota casualidad tú, ídolo de Úbeda, lees esto:

Muchas gracias por acompañarme en todos los momentos. Por componer esas maravillas de temas. Por inspirarme en cualquier momento. Por conseguir que esboze una sonrisa cuando no me salen (y cuando sí). Que me emocione, que des un mini-concierto online y deje TODO para verte. Que cuando huela a mandarinas me acuerde de ti y tu música. Gracias por seguir componiendo, por tus colaboraciones con otros artistaz@s. Gracias por las versiones, los directos, la inquietud a la espera de tu nuevo trabajo. Por tu amabilidad, tu sonrisa, tu sencillez, tu humildad, simpatía, modernidad, tu compromiso con los que te seguimos.

Muchas gracias, Zahara. Muchas. Infinitas.