Tenemos un Mundial.

Cuánto tiempo! Es que en verano...qué coño cuentas en verano. Hostia, es complicao, tu te paras a pensar...y es que no pasa nada, joder. Es todo el rato lo mismo. Y dicen que es para escapar de la rutina. Los cojones, te sumerge en otra xDDD

Vuelvo medio mes después, pero en este medio mes de verano, sí que ha pasado algo. Hasta hoy, y ya por siempre, lo más importante que le ha pasado a este país a nivel deportivo. Somos campeones del mundo. En fútbol. Al fin.

Parecía un sueño. Tanto tiempo esperando, Al Ghandules, Tasottis, y muchos más por el camino, han caido derrotados ante la maestría de Xavi, Iker y compañía. No hace falta contar nada porque la mayor parte de España está más que informada.

Pero este mundial ha sido muy importante por una razón. Se ha sucedido en la peor crisis económica en muchísimo tiempo. Y sí, Paco González, genio y figura, lo dijo claramente. Al día siguiente de la final, volveremos a tener los mismos problemas, deberemos la misma hipoteca y el paro seguirá creciendo (aunque remita en verano, todos sabemos que en septiembre vuelve a subir). ¿Y? ¿Acaso esos curritos, esos trabajadores de clase media y baja, que son los que se comen el pato de todas las movidas, no tienen derecho a desconectar? ¿A llevarse una, UNA alegría? Porque yo creo que sí.

Y sí, los problemas son los mismos, pero la atmósfera que han creado estos chicos, la ilusión y la desconexión de la vida real me parece fantástica. Abierto está el debate de si a unos les parece bien y a otros mal. Pero lo que es seguro es que es SANO. Muy sano, mentalmente. La unión que provoca, la alegría...un país unido. Por un deporte de pegar patadas a un balón. Sí. Pero unido.
Y les debemos agradecer la victoria por despertar el optimismo, por hacernos pasar un mes de auténtica FELICIDAD. Sí, esto es la FELICIDAD. Un equipo nacional ganando. Esos pequeños detalles. El gol en la final fue un instante de FELICIDAD plena. Esos chicos son muy grandes. Del equipo que sean, eso da igual. Son muy grandes. Inmensamente.



Ahora nos quedan más problemas. Pero también más acontecimientos deportivos. El mundial de baloncesto dentro de no tanto tiempo. Sin Pau, pero con la misma o más ilusión que siempre. Y por supuesto, mientras escribo esto, 181 hombres están pensando en una bici. Tour de Francia, señores. Me quito el sombrero ante la etapa de ayer, la ascensión al Col de Madeleine. Antológica, del ciclismo antiguo. Grande Andy Schleck. Grande Alberto Contador.
Me siento un poco raro porque me da la sensación de que soy el único en kilómetros a la redonda que adora el deporte del ciclismo por encima de mucho. Que ve etapas de 5 horas con emoción inusitada y que se queda embobado viendo pedalear a esos fieras.
Pero vamos, igual que un país es feliz ganando un mundial, yo también lo soy viendo bicis correr. Así que:
Viva el fútbol. Viva Contador. Viva el ciclismo. Viva España, y viva la madre que os parió, deportistas españoles ;)